Dónde aplicar los Primeros Auxilios Psicológicos.

Las emergencias, sobretodo si son masivas, suelen ser complicadas de gestionar; por lo tanto, se exhiben dos visiones:

1.- La situación óptima, está se brinda en un lugar prácticamente ideal para la aplicación de la técnica. Debe ser un lugar seguro y confortable, con una buena temperatura, alejado del sitio del impacto, sobre todo protegido de la visión y de los ruidos del sitio del impacto, pero no muy alejado porque los familiares, los afectados, suelen querer estar muy cerca de sus seres queridos, la cual es un a necesidad más psicológica que real. Por lo tanto buscamos un lugar amplio, a unos 200 o 300 metros de donde ha ocurrido el accidente y donde podamos atender a varias personas ya que generalmente acuden muchas personas a informarse junto con acompañantes.

También necesitamos que en ese lugar exista la posibilidad de brindar comida y bebida ya que regularmente se pasan muchas horas de espera, la gente se cansa y también necesitará descansar, cuando hay niños pequeños, lo que es habitual, se requerirá de una zona de juegos y esparcimiento.

Este lugar debe estar protegido del acceso y de la visión de los medios de comunicación, porque los afectados tienen el derecho a una absoluta privacidad, si ellos quieren hacer declaraciones a la prensa son libre de hacerlo, pero afuera de las instalaciones dedicadas a brindar PAPs.

Dispondrá de algún espacio grande, pero también de muchos espacios pequeños, de cubículos o cuartos, salas de reunión, para que cada familia de afectados tenga un  espacio cerrado para si mismo.


2.- Situación bajo criterios mínimos.

Como mínimo debe de ser un lugar seguro, los afectados, heridos y familiares, tienen que sentirse seguros en el lugar donde les vamos a informar y a brindar los primeros auxilios psicológicos.

Debe ser un lugar grande, lo más grande posible y si no está apartado (como en el caso de los aeropuertos) por lo menos deberá tener alguna forma de bloquear la visión hacia el lugar del suceso.

Es imprescindible garantizar la prohibición al acceso de los medios de comunicación.

En caso de que no existan salas o cuartos privados, deberemos utilizar unos biombos que por lo menos permitan que las familias tengan una cierta intimidad cuando reciben malas noticias, cuando formulan preguntas, cuando lloran o cuando se desesperan.