Neuropsicólogo Daniel Machuca, Coyoacán CDMX.

En esta intervención quisiera hablar sobre un fenómeno que comenta Lynda Gratton de la London Business School que ha denominado "vida fragmentada", la cual es consecuencia de varios factores entre los que destacan: el aumento de la capacidad tecnológica, las relaciones sociales virtuales, el estar permanentemente comunicado y disponible para los demás y la competencia global a nivel laboral, factores que se verán cada vez más acentuados en las próximas décadas. La características de este fenómeno son: menor tiempo para tener actividades personales y de convivencia con familiares y amigos, una feroz competencia no solo a nivel local sino global, el tener que estar comunicado permanentemente con el trabajo, la pérdida del enfoque en las cosas que de verdad importan y la sustitución de amistades y colegas reales por virtuales. Entre las consecuencias de llevar una "vida fragmentada" tenemos: pérdida de concentración al ser constantemente interrumpido,

Introducción. La relación de ambas teorías no solo se da en el tiempo sino también en la aplicación que tuvieron en el área educativa la cual continúa hasta nuestros días. Por un lado el conductismo, cuyo principal exponente es Watson basa su teoría en el estímulo – respuesta, el objeto de estudio es la conducta, que dependerá de la situación, la respuesta y del organismo. El método a utilizar para desarrollar sus investigaciones es predominantemente empírico y en ningún caso subjetivo. Los exponentes de esta corriente coinciden en que la conducta está sustentada por tres pilares: la situación, la respuesta y el organismo y conciben a la psicología como una ciencia aplicada cuyo fin es la predicción y modificación de la conducta. Por otro lado el constructivismo surge como reacción al conductismo y enfatiza el procesamiento de la información, su estructuración, el almacenamiento y su transferencia. Como principales representantes tenemos a Piaget y Vygosky quienes coincide

Aunque el trabajo del autor consiste en una crítica sobre la forma en que la psiquiatría ha manejado el concepto de la enfermedad mental y destaca en su mayoría aspectos negativos, pudimos identificar algunos puntos que ofrecen una visión positiva sobre cómo ayudar a los pacientes aquejados por estos males, entre los que se encuentran: Al negar la validez científica de la teoría de la enfermedad mental no se está negando la realidad de las enfermedades neurológicas. Si no hay enfermedad mental (ya que la mente no es un órgano o sistema del cuerpo) tampoco puede haber hospitalización o tratamiento para ella. Las personas pueden cambiar de comportamiento y si el cambio va en la dirección aprobada por la sociedad es llamado cura o recuperación. Cuando un individuo se somete voluntariamente a tratamiento psiquiátrico regularmente resulta beneficiado. El tratamiento es positivo cuando el paciente mantiene el control de la relación con e