El juego en los niños
Lucio (2014) nos dice que el juego es sublimación porque permite al niño hacer un clivaje en sí mismo y sus identificaciones primarias. Por medio de los mecanismos de defensa como la disociación y la proyección, él puede diferenciar las identificaciones parentales y expulsarlas al mundo exterior, con lo cual logra aliviar la presión. Durante el juego los niños suelen expresar sus sentimientos, temores y emociones de manera directa y sin censura, lo que permite al clínico analizar con más claridad sus problemas y sentimientos. Por su parte Papalia (2009) indica que los valores culturales influyen en los ambientes de juego que los adultos disponen para los niños, ambientes que repercuten a su vez en la frecuencia de formas específicas de juego entre las culturas. El juego dramático alcanza su punto más alto durante los años preescolares, incrementa su frecuencia y complejidad y luego disminuye a medida que aumenta la participación de los niños de edad escolar en los juegos formales...