Rogelio Díaz-Guerrero. Premisas Histórico-socio-culturales, autoconcepto y relaciones interpersonales.
Premisas
Histórico-socio-culturales, autoconcepto y relaciones
interpersonales
Introducción.
De
acuerdo con Díaz-Loving (2006), La vida y obra del doctor Rogelio
Díaz-Guerrero moldearon y encausaron los esfuerzos de la psicología
mexicana durante el siglo XX. Su obra es una cita obligada de la
psicología científica universal y un pionero y creador prolífico
de la psicología del mexicano en lo particular y de la
etnopsicología en lo general. Díaz-Guerrero era un humanista
optimista, convencido sobre el carácter positivo de la especie y
finalmente, concebía a una psicología científica enraizada en la
evolución y en la cultura como la guía al bienestar humano.
Para la década de los
sesenta, se hizo profundamente notable el interés de Díaz-Guerrero
en las bases socio-culturales del comportamiento y en la necesidad de
concretar conceptos culturales en medidas válidas, confiables y
objetivas, así como la necesidad de realizar investigación a través
de las culturas. Díaz-Guerrero señaló que la diferencia radica en
el énfasis dado a la cultura como base para el desarrollo de los
atributos individuales y patrones conductuales. Entre los principales
hallazgos avanzados por Díaz-Guerrero y su grupo de investigación,
se encuentra el que la cultura en la cual el individuo se desenvuelve
le proveerá los fundamentos, estructura y normas aceptables y
deseables de conducta. La socio-cultura, entonces, es definida como
un sistema de pensamientos e ideas que jerarquizan las relaciones
interpersonales, estipulan los tipos de premisas culturales
interrelacionadas (normas, roles, etc.), que gobiernan los roles que
tienen que llevarse a cabo y las reglas para la interacción de los
individuos para cada rol.
Desarrollo.
Díaz-Guerrero
ha propuesto el constructo cultura-contracultura para señalar
el inevitable conflicto entre la cultura tradicional, que significa
conservadurismo y apego a la estructura heredada de vivir según
premisas antiguas. Frente a estas ideas se encuentran las fuerzas que
denomina contraculturales, que representan la apertura hacia
el cambio, la modernización, las revoluciones científicas,
tecnológicas y sociales, que constituyen, ciertamente, la antítesis
al tradicionalismo.
Logró identificar,
mediante análisis factorial, nueve características o factores en el
comportamiento de los sujetos, que son los siguientes, brevemente
descritos.
1.
Machismo. Este factor es definido por el grado de acuerdo con
declaraciones que indican que la mujer debe ser dócil, sumisa, menos
inteligente e inferior al hombre. Así también, que la vida es más
dura para el hombre que para la mujer y que las mujeres deben ser
protegidas.
2.
Obediencia afiliativa. Es definida por una escala de
declaraciones que postulan la obediencia absoluta al padre y a la
madre, y que deben ser queridos y respetados.
3.
Virginidad. Este factor tiene que ver con el grado de
importancia que se le asigna al hecho de tener relaciones sexuales
antes del matrimonio. Prescribe la enorme importancia que para la
mujer mexicana debe tener mantenerse virgen hasta el matrimonio.
4.
Abnegación. Presume que las mujeres sufren más en la vida
que los hombres y que son más sensitivas; connota, además, que para
ellas más que para los hombres, la vida es para sobrellevarla.
5.
Temor a la autoridad. Este factor pide a los sujetos que
expresen una opinión, fundada en su propia experiencia, respecto a
la relación entre padres e hijos. Mide el grado hasta el cual el
sujeto siente que en su cultura los hijos temen a los padres.
6.
Status quo familiar. Implica fidelidad entre los esposos, que
los niños y las niñas prefieran ser como sus padres, que las
mujeres en la familia deben ser protegidas y que el honor familiar
debe mantenerse.
7.
Respeto sobre amor. Contrasta el respeto y el amor, es decir,
una relación de poder frente a una relación amorosa. En algunas
sociedades tradicionales consideran que es más importante respetar y
obedecer que amar a los padres.
8.
Honor familiar. Este factor es definido por una escala que
pone acento en la fidelidad de la esposa, en el honor familiar y el
castigo severo en caso de deshonra.
9.
Rigidez cultural. Este último factor se refiere a la
severidad de los padres en la crianza de los hijos, que las mujeres
casadas no deben trabajar fuera del hogar y que la madre es la
persona más querida del mundo.
Díaz-Guerrero
impulsó la investigación transcultural, enfoque que busca dilucidar
problemas psicológicos que por su naturaleza son afectados por
variables culturales. Enfatiza la importancia de dichas variables
como determinantes del comportamiento, a la vez que ha llamado la
atención que en muchos sectores de la psicología no pueden
admitirse inferencias de validez universal, debido a que los patrones
de comportamiento varían de cultura a cultura.
Sostiene
que el motor fundamental del comportamiento es la cultura o, mejor
todavía, la sociocultura. Enfatiza el rol preponderante de las
variables históricas y socioculturales como agentes principales que
moldean y explican la conducta; no rechaza lo biológico o
genéticamente heredado, pero tienen mucho menos sentido explicativo.
Le parece natural y lógico explicar el comportamiento humano a
partir de las relaciones funcionales entre el individuo y su
sociocultura, en vez de buscar una explicación basada en el
individuo mismo. "Somos y nos comportamos, afirma nuestro autor,
antes que nada, según el lugar en que nacimos, pueblo, ciudad,
estado nación, por lo que heredamos, por la manera cómo hacemos las
cosas, por lo que aprendemos, por las personas que frecuentamos
y por los lugares en que pasamos la mayor parte de nuestras vidas".
A
partir del análisis de la información que documentamos sobre las
investigaciones de Díaz-Guerrero, consideramos que los síndromes
pasivos y activos que se describen en el material propuesto
concuerdan con nuestras observaciones y nuestra experiencia del día
a día de la sociedad mexicana, sin embargo al tratar de definir las
diferencias y correspondencias entre la cultura mexicana y la cultura
estadounidense vemos que en las últimas décadas estas se han venido
difuminando, creemos que esto se debe principalmente al avance de los
medios masivos de comunicación, que promueven el estilo de vida
estadounidense, y en épocas más recientes al advenimiento de las
tecnologías de la comunicación e información, y las herramientas
que estas nos proporcionan, teniendo como ejemplo las redes sociales,
a través de las cuales se hace más difícil diferenciar los
comportamientos entre un cibernauta mexicano de uno estadounidense.
Durante
décadas se ha dicho que uno de los grandes pilares de la sociedad
mexicana es la fortaleza de sus núcleos familiares, sin embargo en
la actualidad es algo que se podría poner en duda. Otra premisa de
la sociedad mexicana es que le “abre las puertas de sus hogares a
cualquiera”, sin embargo debido a la violencia y delincuencia en la
que nos encontramos inmersos esto es algo que ha cambiado
radicalmente en los últimos años, consideramos que los mexicanos
nos hemos vuelto mas reservados y menos abiertos hacia los demás.
No
obstante también creemos que algunas premisas no solo se han
reafirmado sino que también consideramos que se han intensificado
como podría ser el caso del fatalismo, el cual ha aumentado debido a
factores como la crisis económica y la desintegración del “tejido
social”.
Como
ejemplos concretos de la observación de los síndromes expresados en
el material de consulta tenemos el caso de la forma en que se
desarrollan las relaciones interpersonales en nuestro entorno, las
cuales se encuentran caracterizadas por una marcada tendencia a la
cortesía, lo que se hace muy evidente en nuestra forma de pedir las
cosas a los demás, quizá dando demasiadas explicaciones y
utilizando frecuentemente diminutivos, para no parecer poco sensible
o resultar molesto, mientras que en Estados Unidos, uno puede ser muy
directo y “seco” lo que aquí en México podría parecer un
comportamiento incorrecto y una descortesía.
En
el caso de las relaciones laborales podríamos mencionar como ejemplo
la tendencia que tenemos los mexicanos al “chalanismo”, esto es,
una especie de prestigio social que se obtiene al contar con un
ayudante, aprendiz, mozo, sirviente, chalán, etc. (muchas veces no
indispensable) para la consecución de nuestras actividades laborales
o profesionales, esto es algo que vemos en todos los niveles: desde
el plomero, el albañil, el microbusero hasta el empresario o el
funcionario público. Mientras que en Estados Unidos no se presenta
tan marcadamente este fenómeno ya que la contratación de un
asistente se hace a partir de una necesidad en concreto y para cubrir
funciones delimitadas y específicas, mientras que en nuestro país
este fenómeno se da la mayoría de las veces de manera informal y
con la vaga encomienda de “para lo que se ofrezca”.
Conclusiones.
La
inquietud por desentrañar el modo de ser del hombre mexicano fue
tema que apasionó a Díaz-Guerrero, el problema está íntimamente
asociado al tema del carácter nacional y a la identidad nacional.
¿Quiénes somos?, ¿de dónde venimos? ¿por qué nos comportamos de
esta manera?.
El
abordaje de este tema por parte de Díaz-Guerrero es
metodológicamente científico y trabaja en él de modo sistemático.
En 1961 publica su obra Estudios de psicología del mexicano,
utiliza en sus estudios sobre psicología del mexicano frases que
recoge del discurso que utiliza la gente común y corriente en su
comunicación cotidiana. Tales como proverbios, dichos, creencias,
ideas respecto a la vida, estilos de enfrentar los problemas y
percepción del prójimo en sus múltiples interrelaciones. A estas
experiencias expresadas en el lenguaje natural de la gente,
Díaz-Guerrero les dio el nombre de Premisas
Histórico-Socioculturales (PHSCs). Conforman un sistema de
creencias y valores que actúan como normas o mandatos que estipulan
los roles de los individuos, prácticas sociales y estilos de
confrontación de una sociocultura. Son aprendidas dentro del
grupo, resultando aprendizajes culturalmente tempranos que los
individuos internalizan y sostienen como verdades en un tiempo
histórico. Se transmiten como herencia cultural en el marco
familiar, en el grupo y en la sociedad; por ello, constituyen la
regularidad más importante y el ingrediente número uno del
ecosistema humano.
Díaz-Loving,
R. (2006). Díaz-Guerrero. Un legado de creación e investigación en
psicología. Redalyc. Recuperado el 19 de enero de 2014 del sitio:
http://www.redalyc.org/pdf/2430/243020646002.pdf
Alarcón, R. (2010). El
Legado Psicológico de Rogelio Díaz-Guerrero. Periódicos
Electrónicos en Psicología. Recuperado el 19 de enero de 2014 del
sitio
http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1808-42812010000200016
ULA
VIRTUAL, Rogelio Díaz Guerrero. Cuadro de premisas
histórico-culturales. Material para el estudiante. Recuperado el 19
de enero de 2014 del sitio
http://moodlewa3.ula.edu.mx/moodle_preprod/pluginfile.php/538777/mod_resource/content/1/PSY400_s1_e_cuad_de_pre_hist_soc_cult.pdf