Desarrollo de la comprensión de las consecuencias de las emociones

De acuerdo con los investigadores, la capacidad de discernir y comprender las emociones propias y ajenas es una de las habilidades que compone la competencia emocional, la cual nos permite conocer cómo y por qué las personas actúan como lo hacen, e inferir lo que está ocurriendo emocionalmente a nuestro alrededor.

Es muy importante identificar cómo se presentan los determinantes de las emociones, que no son otra cosa más que las condiciones que son necesarias para sentir una u otra emoción. Por otro lado, se deben de conocer las consecuencias de las emociones y cómo estas afectan su vida cotidiana. Para Saarni, tener un conocimiento explícito acerca de los efectos de las emociones sobre la actividad es de gran importancia, ya que permite controlar de forma más efectiva las acciones y sentimientos, con la finalidad de obtener los resultadores deseados en las interacciones sociales.

Se sabe que alrededor de los cuatro años de edad ya existe una comprensión de las emociones en un nivel básico. Los cambios en el crecimiento de los lóbulos frontales coinciden con algunos cambios sociales en los niños. El desarrollo de la compresión de las consecuencias de las emociones puede depender en gran medida de las capacidades de procesamientos de la información permitidas por las funciones ejecutivas y la memoria de trabajo. Las funciones ejecutivas son los procesos cognitivos que sirven para llevar a cabo una conducta eficaz, creativa y aceptada socialmente. La memoria de trabajo constituye una memoria activa, que se encarga del mantenimiento, control y organización de las operaciones cognoscitivas en curso.

Se puede investigar la compresión de las consecuencias de las emociones mediante un modelo que da como resultado estas tienen un cambio importante durante los 4 a los 6 años, aunque únicamente hasta edades avanzadas se establece la relación puntual entre pensamientos y emociones, actividad y emociones, o creación y emociones.

Nos dicen los autores que, comprender las consecuencias de una emoción implica el uso de teorías sobre funcionamiento emocional, las cuales requieren del establecimiento de relaciones causales de aparición temporal entre eventos discontinuos.