La estructura de la emoción humana, un modelo cromático del sistema afectivo.

Hay dos aproximaciones y esquemas distintos para clasificar las emociones humanas, uno de ellos es la identificación de variables o dimensiones fundamentales del sistema afectivo y el otro es el reconocimiento de las emociones primarias mediante el análisis de los gestos faciales universales.

En la actualidad se considera que existen seis emociones primarias, la alegría, la tristeza, el miedo, el disgusto, la sorpresa y la ira, estas emociones pueden ser universalmente reconocidas mediantes las expresiones faciales de los seres humanos y de algunos animales.

De acuerdo con la teoría de placer-activación de Russell la experiencia emocional puede describirse adecuadamente en dos dimensiones bipolares, continuas y ortogonales, la de placer-displacer y la de activación-deactivación. Los autores indican que a partir de lo anterior, se pueden establecer correlaciones entre el color y la emoción, tradicionalmente se ha identificado que los colores tienen ciertos efectos emocionales.

Es conocida la asociación entre colores cálidos con la energía y agitación y de los colores "fríos" con la calma, la estabilidad y la seguridad. Se ha determinado también una base biológica para esta asociación.

Para tener una mejor aproximación a este fenómeno, se deben de establecer analogías y vínculos entre la emoción y el color, para lograr lo anterior se debe de empezar por desarrollar un sistema de clasificación del color, para posteriormente hacer lo mismo con las emociones.  El profesor de arte Albert Munsell diseñó un sistema que considera tintes, grados de claridad y saturación cromática.

Con la información cromática obtenida, se forma un modelo tridimensional conocido como árbol de Munsell. Para clasificar las emociones se considera al esquema de placer-activación elaborado por Russell.

A partir de este esquema teórico los investigadores desarrollaron un cuadro con cuatro componentes laterales y un círculo cromático central a partir del cual se derivaban varios estados de ánimo, las cuatro dimensiones generales son agrado, excitación, desagrado y relajación.

En el cuadro que muestran los autores se puede observar que el rojo coincide con el vigor y la tensión, el amarillo con la alegría, el azul con la tristeza y el verde con la calma y la certeza. Sin embargo aparecen juntas la dura y la ira, la conpasión y la certeza, la frustración y la apatía. Por lo que se considera que este modelo se encuentra incompleto y susceptible de ser mejorado. Existe también la posibilidad de desarrollar una esfera tridimensional, para lo cual se requeriría mayor investigación.



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