La Teoría de la Motivación y sus aplicaciones en las áreas educativa, clínica y organizacional.
Introducción
La motivación es la base del comportamiento. Un motivo
es un constructo que representa a una fuerza interna inobservable que
estimula y produce un comportamiento como respuesta y le provee de un
enfoque específico. Un motivo es la respuesta de porqué una persona
se comporta de determinada manera. Comúnmente se llegan a usar los
términos necesidad y motivo en forma intercambiable, sin embargo,
desde el punto de vista psicológico, existen algunas diferencias
entre ambos. Generalmente la motivación se produce cuando se
presenta una brecha entre el estado deseado de un individuo y su
situación actual, lo anterior genera una necesidad, la cual a su vez
origina una motivación.
Palmero (2008) nos indica que “La moderna teoría
motivacional se fundamenta en las clásicas ideas filosóficas y en
los descubrimientos procedentes del campo de la Fisiología. En
cierta medida, es muy frecuente encontrar que las formulaciones
teóricas en psicología de la motivación que llegan a ser
relevantes en una época determinada son aquellas que coinciden con
la corriente teórica dominante en esa época en Psicología”.
Desarrollo
La perspectiva conductual enfatiza que las recompensas
motivan la conducta y dirigen la atención de las personas hacia
acciones adecuadas y la distancian de las inadecuadas. Las
orientaciones conductuales en psicología de la motivación han
intentado explicar la conducta mediante argumentos típicos de las
teorías del aprendizaje, Con la influencia de Thorndike, referida a
la ley del efecto, estas teorías han aportado mucho al desarrollo
del concepto de motivación, de tal suerte que, muchas veces es
difícil separar los conceptos de aprendizaje y motivación. La idea
básica en este tipo de planteamientos se fundamenta en la existencia
de una necesidad en el organismo; esta necesidad produce una energía
y genera un impulso en el individuo; la energía hace que el
individuo lleve a cabo una conducta para satisfacer la necesidad y
reducir el impulso.
En la actualidad los psicólogos conductuales que
laboran en el área de la salud han expandido sus actividades hacia
diversas áreas entre las que podemos señalar las siguientes:
prevención de enfermedades, cambio de estilo de vida, atención de
pacientes con enfermedades crónico-degenerativas y rehabilitación
de pacientes, entre otras.
Recientemente se ha desarrollado una tecnología
aplicada que recibió el nombre de "análisis conductual
aplicado" y que se implementó con gran éxito en campos tan
diversos como la educación, las instituciones psiquiátricas, las
desviaciones conductuales, etc. Posteriormente surgió un nuevo
enfoque de tratamiento clínico que intentaba modificar la conducta
manifiesta influyendo sobre los procesos de pensamiento del paciente,
denominado "Terapia cognitivo-conductual". A partir de
estas dos corrientes de la psicología surgió un nuevo enfoque de
prevención, tratamiento y rehabilitación de pacientes denominado
"psicología clínica de la salud". Esta nueva área de la
psicología aplicada permite abordar una serie de problemas que
tradicionalmente habían sido manejados por los médicos.
Aunque en la actualidad siguen vigentes los tres
planteamientos (biológico, conductual y cognitivo), la perspectiva
conductual es la que menos atención recibe. Una posible explicación
la encontramos en el hecho de que gran parte de los planteamientos
que sistemáticamente se han propuesto desde la perspectiva
conductual en psicología de la motivación han sido incluidos en la
perspectiva cognitivista.
En un sentido amplio, los distintos enfoques
cognitivistas comparten el hecho de considerar fundamentales los
procesos superiores que tienen lugar en el momento en que un sujeto
analiza e interpreta el medio ambiente en el que se desenvuelve, así
como sus propios pensamientos y conductas.
La perspectiva humanista enfatiza en la capacidad de la
persona para lograr su crecimiento, sus características positivas y
la libertad para elegir su destino. Dentro de esta perspectiva se
ubica la Teoría de las necesidades. De acuerdo con García (2008),
una de las teorías más conocidas sobre la motivación es la de la
Jerarquía de las necesidades propuesta por Abraham H. Maslow.
La teoría de jerarquía de necesidades de Maslow.
Se basa en cuatro premisas fundamentales:
1. Todos los humanos adquirimos un conjunto de motivos
similares mediante la genética y la interacción social.
2. Algunos motivos son más básicos o críticos que
otros.
3. Las necesidades más básicas deben ser satisfechas a
cierto nivel antes de que otras más elevadas busquen ser resueltas.
4. Cuando se satisfacen necesidades básicas,
motivaciones más complejas entran en juego.
De lo anterior Maslow propone una escala jerárquica en
forma de pirámide que consta de los siguientes niveles (de abajo
hacia arriba)
1.-Fisiológicas. Agua, alimento, sueño y sexo.
2.-Seguridad. Protección física, estabilidad, etc.
3.-Pertenencia. Deseo de ser apreciado, amado,
afiliación y aceptado en el grupo.
4.-Estima. Estatus, superioridad, respeto, prestigio,
etc.
5.-Auto-actualización. éxito, realización,
superación, etc.
De
acuerdo con Naranjo (2009), en el ámbito
educativo, el
enfoque humanista encuentra su aplicación en las siguientes
recomendaciones:
1.-Ayudar al estudiante a descubrir y confiar en sus
capacidades y habilidades eliminando ideas erróneas que pueda tener
respecto de su auto-eficacia.
2.-Analizar la importancia de las actividades educativas
y del aprendizaje en general para la vida.
3.-Facilitar experiencias de logro académico que
favorezcan el autoconcepto y la autoestima.
4.-Promover ambientes educativos que beneficien la
dimensión afectiva, lo que evita así la aparición del
aburrimiento, el estrés o la ansiedad que aumentan los sentimientos
e ideas de fracaso y menoscaban la valoración personal y el
rendimiento académico.
5.-Permitir la expresión de emociones que se viven
cuando se enfrentan situaciones de fracaso y ayudar a eliminar
aquellas ideas negativas o irracionales que podrían estar
sustentándolas, de modo que la autoestima no se lesione.
6.-Eliminar las amenazas, castigos y humillaciones y,
por el contrario, brindar espacios para la atención personal que
permitan experimentar aceptación y respeto.
7.-Propiciar situaciones placenteras de tranquilidad y
éxito, de modo que la persona se sienta segura y valiosa.
8.-Desarrollar procesos de enseñanza - aprendizaje que
despierten el deseo de descubrir, conocer, experimentar y crear.
9.-Promover experiencias propicias para el desarrollo de
la independencia, la resolución adecuada de problemas y la toma de
decisiones autónomas.
Por su parte McGuire presentó un conjunto jerárquico
de cinco motivos básicos y desarrolló un sistema de clasificación
que busca organizar las teorías antecedentes en 16 categorías. Este
sistema ha ayudado a los psicólogos y otros profesionales para la
comprensión del comportamiento de los individuos. McGuire primero
divide la motivación en 4 categorías principales usando dos
criterios:
1.- ¿Es una motivación cognitiva o afectiva?
2.-¿Es una motivación que busca la preservación del
status quo o un crecimiento?
De acuerdo con Hawkins (2007) los motivos cognitivos se
basan en la necesidad de las personas para adaptarse al ambiente y
buscar un sentido a sus actos. Mientras que la afectiva trata sobre
la necesidad por satisfacer sentimientos y la obtención de metas
personales. Los motivos orientados a la preservación ponen énfasis
en la lucha del individuo por mantener cierto equilibrio, mientras
que los motivos del crecimiento se orientan en el desarrollo
personal. Estas cuatro categorías principales se subdividen a su vez
en la fuente y el objetivo del motivo:
3.-¿Es un comportamiento activamente iniciado o
producto de una respuesta al ambiente?
4.-Finalmente, se categoriza el resultado que busca
satisfacer el comportamiento observado: si se presenta internamente o
se enfoca en su relación con su entorno.
Brevemente se describen a continuación los 16
motivadores cognitivos y las aplicaciones de algunos de ellos.
Motivos de preservación cognitiva.
Necesidad
de consistencia (activa, interna).
Un deseo básico para que todas las facetas o partes de uno mismo
sean consistentes entre sí. Estas facetas incluyen actitudes,
comportamiento, opiniones, conocimiento de uno mismo, puntos de vista
de los demás, etc. La disonancia cognitiva es un motivador de este
tipo, esta inconsistencia motiva al individuo para reducirla.
Necesidad
de atribución (activa, externa).
Este grupo de motivadores trata con nuestro deseo por comprender qué
o quién causa las cosas que nos pasan. Si atribuimos nuestros éxitos
o fracasos a nosotros mismos o a alguien más.
A nivel práctico se ha generado la teoría de la
atribución, la cual se puede aplicar en diferentes ámbitos. Para su
puesta en marcha generalmente se busca la ayuda de un vocero con
calidad técnica y moral para lograr influir en el comportamiento de
una forma positiva a nivel educativo, social u organizacional.
Necesidad
de categorizar (pasiva, interna). Las
personas tienen la necesidad innata por categorizar y organizar la
información y experiencias que reciben de una forma que tengan
sentido y puedan ser más fácilmente asimilables.
En el campo organizacional podemos ver expresado este
aspecto en los manuales de organización y más específicamente en
los organigramas de una institución, los cuales son una descripción
gráfica de los niveles jerárquicos dentro de una organización, la
cual muestra las relaciones de autoridad (delegada) y responsabilidad
(compartida).
Necesidad
de simbolización (pasiva, externa). Refleja
la necesidad de expresar conceptos complejos de forma más simple,
visible y concreta. permite hacer inferencias acerca de los demás y
de uno mismo.
Un ejemplo de esta necesidad es el rol que juegan cosas
como la vestimenta, los accesorios y las posesiones de un individuo.
En el ámbito de la psicología organizacional se utiliza como un
complemento a las prestaciones económicas, ya que en algunas
situaciones específicas estas dejan de ser un poderoso motivador,
esto lo saben bien los encargados de recursos humanos, por lo que
establecen otro tipo de motivadores como por ejemplo: tener un lugar
numerado de estacionamiento en la empresa, poseer una oficina más
grande, contar con una secretaria más atractiva, obtener una
membresía en un club exclusivo, etc.
Motivos Cognitivos de Superación.
Necesidad
de Autonomía (activa, interna). Es
el deseo de independencia e individualidad, este motivador puede
variar en cuanto a fuerza, de acuerdo a la cultura en la que se
encuentre inmersa la persona, por ejemplo en Estados Unidos tiene
más fuerza que en lugares como Japón, en donde es socialmente más
aceptable la necesidad de afiliación.
Necesidad
de Estímulo (activa, externa). Las
personas comúnmente buscan variedad y diferencia como respuesta a
esta necesidad. Esta necesidad tiene una tendencia gráfica
curvilinea y cambia con la edad del individuo. Las personas que
experimentan cambios en su vida generalmente buscan algo de
estabilidad, mientras que aquellos individuos que se desenvuelven en
ambientes estables se comienzan a aburrir y desean un cambio.
Necesidad
teleológica (pasiva, interna).
Los individuos buscan consistencia en cuanto a que las situaciones se
desenvuelvan de determinada manera, con resultados que encajen en su
visión de cómo debería de funcionar el mundo.
Necesidad
utilitaria (pasiva, externa). Estas
teorías ven al individuo como un ente solucionador de problemas que
aprecia las situaciones como oportunidades para obtener información
valiosa o nuevas habilidades.
Motivos Afectivos de Preservación.
Necesidad
por reducir la tensión (activa, interna). La
gente se encuentra en el día a día con situaciones que generan
niveles inconfortables de estrés, por lo que para tener un manejo
efectivo del mismo, buscan maneras para reducir su ansiedad y
tensión..
Tradicionalmente los psicólogos en general y los
clínicos en particular han buscado técnicas que sirvan para que los
pacientes aprendan a manejar la tensión (estrés), ya que esta
respuesta a situaciones de ansiedad o depresión puede traer graves
consecuencias a la salud emocional y física de las personas, entre
las que destacan: diabetes, hipertensión, obesidad y problemas
respiratorios, entre otros. Algunas técnicas que han sido probadas
son: la meditación y la visualización, entre otras.
Necesidad
de expresión (activa, externa). Este
motivo trata sobre la necesidad de expresar la identidad propia a los
demás. Las personas tienen la necesidad por hacerle saber a los
otros acerca de su ser y sus acciones.
Necesidad
de defender el ego (pasiva, interna). La
necesidad de defender la identidad personal es otra motivación
importante. Cuando la identidad propia se ve amenazada, la persona es
motivada a proteger su auto-concepto y utilizar comportamientos y
actitudes defensivas.
Necesidad
de reforzamiento (pasiva, externa). Los
individuos se ven frecuentemente motivados por actuar de determinada
manera si estos actos han sido recompensados en el pasado. Este es el
fundamento del aprendizaje operante.
Motivos Afectivos de Crecimiento.
Necesidad
de Afirmación (activa, interna). Muchas
personas buscan el logro en forma activa, obteniendo como resultado
el éxito, la admiración y la dominancia. En este aspecto se
encuentran vinculados conceptos como poder, alcance de metas y
estima.
Necesidad
de Afiliación (activa, externa). Por
afiliación se considera a la necesidad de desarrollar relaciones
mutuas, provechosas y satisfactorias con los demás. Se relaciona con
el altruismo y la búsqueda de aceptación y afecto en las relaciones
interpersonales.
Necesidad
de Identificación (pasiva, interna). La
necesidad de identificación produce que el individuo juegue varios
roles, ya sea el de estudiante, padre de familia, miembro de una
congregación, empleado, etc. Se obtiene placer al añadir nuevos y
satisfactorios roles, y también al aumentar la significancia de los
que ya se poseen.
Necesidad
de modelaje (pasiva, externa). Refleja
la tendencia por basar nuestro comportamiento a partir de otros,
juega un papel fundamental por el cual los niños aprenden a vivir en
el entorno que los rodea. También explica cierta conformidad que
sucede en los grupos de referencia.
Conclusiones
La motivación despierta, inicia, mantiene, fortalece o
debilita la intensidad del comportamiento y pone fin al mismo,una vez
lograda la meta que el sujeto persigue. En su vida cotidiana, el ser
humano requiere la satisfacción de sus necesidades, las cuales le
inducen a actuar; experimenta deseos, sentimientos, emociones,
aspiraciones y propósitos que, de existir las condiciones adecuadas,
dirigen e impulsan su actividad hacia determinadas metas, cuya
obtención le proporciona satisfacción.
De acuerdo con González (2008), la motivación es el
conjunto concatenado de procesos psíquicos (que implican la
actividad nerviosa superior y reflejan la realidad objetiva a través
de las condiciones internas de la personalidad) que al contener el
papel activo y relativamente autónomo y creador de la personalidad,
y en su constante transformación y determinación recíprocas con la
actividad externa, sus objetos y estímulos, van dirigidos a
satisfacer las necesidades del ser humano y, como consecuencia,
regulan la dirección (el objeto-meta) y la intensidad o activación
del comportamiento, y se manifiestan como actividad motivada.
Finalmente podemos mencionar que las diferentes teorías
(biológicas, conductuales y cognitivas) acerca de la motivación
tienen una amplia aplicación en las áreas: clínica, de la salud,
organizacional y educativa. Por lo que es fundamental su conocimiento
por parte del profesional en Psicología.
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