La medición del desarrollo en psicología


Introducción.


El ser humano cambia de la forma más sorprendente durante todo su ciclo de vida, con cambios que redundan y se reflejan en lo cognoscitivo, conductual y afectivo. Por eso se hace necesaria una mirada integral del ser humano en la evaluación de este desarrollo tomando en cuenta dos perspectivas: una normativa y otra conductual.

La primera reconoce una necesidad de evaluar las dimensiones de desarrollo humano contrastándolo con un grupo normativo que tenga en cuenta variables como edad, sexo, nivel socio-económico y grupo étnico, entre otras.



La segunda lleva sus esfuerzos a la comprensión de los cambios intraindividuales, sin desconocer consideraciones y contingencias ambientales que controlen y moldeen la conducta.

En el estudio histórico del nacimiento de la Psicología evolutiva como ciencia, es necesario incorporar una referencia histórica de la actitud del hombre frente a su propio desarrollo. Un hecho tan antiguo como el propio hombre, constitutivo de su esencia y que tiene, como se sabe, sus orígenes en los procesos históricos - filogenéticos que han conducido a la aparición del sapiens sapiens.

Existen varias cuestiones básicas del desarrollo, las que a su vez generan algunas preguntas fundamentales como son:



¿Son los niños seres activos con estructuras psicológicas que subyacen y controlan el desarrollo, o son receptores pasivos de estimulaciones ambientales? (organicista vs. mecanicista).

¿Es el desarrollo del niño una cuestión de sumar habilidades y conductas, o implica cambios cualitativos, relativos a etapas? (continuo vs. discontinuo).

¿Cuáles son los determinantes más importantes del desarrollo? ¿Hasta qué punto las experiencias tempranas establecen patrones? ¿Se pueden corregir posteriormente? (naturaleza vs. educación).

Existen diversas áreas del desarrollo:

Físico: Bases genéticas del desarrollo, crecimiento físico, desarrollo motor y sentidos; salud, nutrición y funcionamiento sexual.

Cognitivo: Procesos intelectuales, aprendizaje, recuerdo, juicios, solución de problemas.

Emocional: Apego, confianza, seguridad, afectos, vínculos, temperamento, autoconcepto y trastornos relacionados.

Social: Desarrollo moral, socialización, relaciones pares y familia; procesos familiares y vocación.



Desarrollo



La historia de la psicología del desarrollo ha tenido un fuerte énfasis en la comprensión histórica de la infancia, y varios historiadores coinciden en afirmar que ésta es una rama de la historia relativamente reciente, lo que podría explicar el porqué tan pocos estudios históricos sobre la infancia.

La Psicología del desarrollo es una rama de la Psicología dedicada a la comprensión de todos los cambios que los seres humanos experimentan a lo largo de su vida: es decir, estudia los diversos aspectos que son característicos de los seres humanos desde el momento de su concepción hasta la muerte. Durante muchos siglos se consideró a la primera infancia como una fase insignificante de la cual no valía la pena conservar registro.

En el siglo XVII las concepciones sobre los niños se tornaron más humanas. El filósofo Locke afirmó que los niños son como una tabula rasa, por lo cual sus caracteres podrían ser moldeados de forma continua por toda clase de experiencias mientras crecían. Rousseau, en el siglo XVIII, planteó que los niños eran salvajes nobles, dotados naturalmente con un sentido de lo correcto y lo incorrecto y con un plan para un crecimiento sano y ordenado, que podrían ser dañados por la intervención de un adulto, un aporte realizado por este autor y, que es de gran importancia es el haber introducido el concepto de maduración, definido como un desplegamiento natural, del curso del desarrollo, genéticamente determinado.

A comienzos del siglo XX se comenzaron a utilizar técnicas cada vez más sitemáticas, las cuales comenzaron con el registro de las biografías de los bebés, pasando por un periodo normativo del estudio del niño, se consideraba el desarrollo del infante como una serie de acontecimientos determinados genéticamente y que, se despliegan automáticamente. Esta perspectiva generó lo que se conoció como acercamiento normativo, en donde se da una aproximación en las que las medias de las edades se calculan para representar el desarrollo típico del niño.

James Baldwin afirmó que el conocimiento de los niños de su mundo físico y social se desarrolla a través de una secuencia de etapas, comenzando con un patrón más simple de conducta de un recién nacido y terminando con la capacidad del adulto de pensar abstracta y reflexivamente.

En la actualidad la evaluación del desarrollo humano no se puede circunscribir sólo al manejo de pruebas psicométricas. Por el contrario, responder a los propósitos de la evaluación humana (detección, intervención, explicación, diagnóstico y seguimiento) hace necesario unas etapas de trabajo que contemplen un enfoque multimetódico, este enfoque incluye: la entrevista, la observación, las pruebas estandarizadas y la evaluación informal.

El propósito y el valor de la evaluación del desarrollo es fundamental para una intervención eficaz. Según Bricker "la evaluación se refiere al proceso mediante el cual se establece una línea base o un nivel de medición primario de las habilidades del niño y de los resultados deseados por la familia... La Valoración se refiere al proceso mediante el cual se compara el desempeño del niño en objetivos de intervención especialmente seleccionados antes y después de ella, y al comparar el progreso hacia los resultados establecidos por la familia".

Se puede señalar que han existido dos formas de abordar la evaluación del desarrollo: la evaluación tradicional y la evaluación conductual. Desde la aproximación tradicional se aboga por la evaluación de constructos de persolidad para averiguar las causas de las conductas alteradas, desde este punto de vista, la conducta tiene un valor de síntoma que reflejaría causas subyacentes.

Por otro lado, la evaluación conductual se considera un proceso en el que el clínico toma decisiones sobre las variables que se suponen relevantes en el mantenimiento del problema, a partir de las cuales se desarrolla el plan de intervención. Las características fundamentales señaladas a la evaluación conductual quedan resumidas en las siguientes:

a) Uso de la observación sistemática
b) Orientada a detectar la naturaleza, desarrollo y valoración del cambio conductual.
c) Entiende la conducta como una muestra del repertorio del sujeto.
d) Concibe el proceso evaluativo como un proceso continuo en el que se recogen medidas antes, durante y después de la intervención.
e) Interpreta los datos desde un nivel del inferencia mínimo.

Bajo el rótulo de evaluación conductual, se agrupan una gama de técnicas de evaluación conductual-funcional que se sintetizan en los siguientes:

a) La evaluación cognitivo-conductual hace uso de los sistemas de clasificación psiquiátricos u otras estrategias como la de la "conducta clave" frente al uso de los análisis funcionales.

b) Evalúa el triple sistema de respuesta en lugar de entender la conducta como un todo, producto de la interacción entre el organismo y su ambiente.

c) Usa de forma desproporcionada procedimientos indirectos más que directos.

d) Incluye constructos teóricos intrapsíquicos como responsables de la conducta en menoscabo de las influencias ambientales.

e) Sobrevalora las evaluaciones estructurales de la conducta frente a las funcionales.

f) Está más interesada por las garantías psicométricas del instrumento y la integración de enfoques teóricos distintos, más que por la evaluación funcional de la conducta.

Diversos autores señalan que una adecuada evaluación deberá incluir diversos métodos y referirse a diversos contextos.

Las pruebas estandarizadas son más útiles para:

a) Comparar al niño con cierto grupo de norma.
b) Evaluar los cambios asociados con la discapacidad o proceso patológico.

Se deben de considerar las variables biológicas, cognoscitivas, sociales e interpersonales, de igual forma es importante seleccionar estrategias de evaluación que tengan en cuenta los procesos del desarrollo. Es importante obtener información de los padres y de otros individuos significativos de su ambiente. La efectividad de las herramientas de evaluación dependerá de la habilidad y conocimiento que posea el psicólogo evaluador.

Los propósitos de la evaluación son:
1.-Detección.
2.-Diagnóstico.
3.-Orientación Psicológica y Rehabilitación.
4.-Valoración del progreso.

El DSM-IV, manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría, representa el esquema más reciente de clasificación diagnóstica en el campo de los trastornos mentales, toma un enfoque ateóricos, es decir, favorece de manera exclusiva los factores biológicos, psicosociales o socioculturales, como la causa principal de la conducta anormal.


Conclusiones y opinión personal.

El interesante campo de estudio del desarrollo humano, nos ha ido demostrando poco a poco, que su futuro no se podrá desligar de avances como la neurología e imagenología cerebral, los progresos de la genética del comportamiento, en la inteligencia artificial, en los sensibles instrumentos psicofisiológicos, entre muchos otros adelantos científicos, lo que sin lugar a dudas; lleva a la psicometría a un gran reto de interdisciplinariedad.

El curso del desarrollo humano está regulado por interacciones complejas, entre la herencia y el ambiente, todas las capacidades y características del individuo, así como los cambios en el desarrollo son producto de dos procesos básicos aunque complejos: la maduración y la experiencia. Las características de la personalidad y las respuestas sociales, incluyendo los motivos, las respuestas emotivas y las formas habituales de reaccionar, son en grado muy importante aprendidas, es decir, resultado de la experiencia y de la práctica. Existen periodos críticos o sensitivos en el desarrollo de determinados órganos del cuerpo y ciertas funciones psicológicas, la interferencia con el desarrollo normal en estos periodos puede provocar desviaciones en el desarrollo.

Existen diversas teorías del desarrollo, entre las que destacan:

Teoría psicosexual (Freud).
Teoría psicosocial (Erikson).
Psicología Genética (Piaget).
Aprendizaje Social (Bandura).
Teoría Ecológica (Bronfenbrenner) y la
Teoría Sociocultural de Vygostky, entre otras.

En el artículo estudiado, se nota que la autora tiene serias dudas acerca de la validez y confiabilidad de la evaluación conductual no tradicional, por lo que sería bueno obtener otros puntos de vista sobre el tema.


Referencia.

Buitrago, L. (2008). La Medición del Desarrollo en Psicología. Fundación Universitaria Konrad Lorenz. Recuperado el 12 de noviembre de 2015 del sitio: http://www.konradlorenz.edu.co/images/publicaciones/suma_digital_psicologia/art_1_desarrollo.pdf

Chávez, A. (2007). Áreas de aplicación de la Evaluación Psicológica. Universidad de Colima. Recuperado el 12 de noviembre de 2015 del sitio: https://comenio.files.wordpress.com/2007/11/desarrollo.pdf

Presentación: Desarrollo psicosexual / desarrollo psicosocial. Universidad Latinoamericana. Recuperado el 12 de noviembre de 2015 del sitio ULA Plataforma virtual.









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