Percepción subliminal
¿Qué pasa con la información que no es seleccionada para acceder a consciencia?.
En este caso serán las investigaciones en el campo de la percepción subliminal las que nos aclaren la respuesta.
1.- Conviene recordar que todo estímulo sensorial, antes de acceder a consciencia, ya ha sido procesado de forma inconsciente al máximo nivel de abstracción posible, es decir, dando estructura y sentido a lo que llega segmentado y caótico a través de las distintas vías sensoriales. No olvidemos que nuestros órganos sensoriales no captan la realidad tal y como es, cada órgano sensorial está especializado en captar determinadas señales físico-químicas del entorno y las neuronas de cada área sensorial de nuestro cortex reaccionan sólo a aquellas variaciones en dichas señales a las que son sensibles, por lo que la información cuando llega al cerebro es un auténtico caos de señales inconexas y elementales, como un puzzle de miles de piezas. Este continuo flujo de información sensorial no para y los datos se ven constantemente modificados y desplazados por la información que sigue llegando. La percepción consciente se construye a través del ajuste entre, por un lado, los datos sensoriales y las hipótesis perceptuales que se van activando para poder dar sentido y poder “reconstruir” ese puzzle de miles de piezas elementales y, por otro, las expectativas, etc.... Para que una hipótesis activada inconscientemente pase a consciencia debe cumplir unas exigencias mínimas para que se verifique como válida. Y el resto de hipótesis hasta ese momento activadas, son inhibidas.
Por esta razón, una palabra polisémica procesada sólo a nivel inconsciente, donde se mantienen activadas varias hipótesis a la vez, facilita el procesamiento de cualquier palabra relacionada con alguno de sus múltiples significados. Sin embargo, si es procesada de forma consciente, sólo facilitará el procesamiento de las palabras que compartan el significado con el que fue seleccionada para acceder a consciencia de entre todos los posibles. Pero que en el inconsciente puedan mantenerse activadas varias hipótesis a la vez no implica que todas lo estén en igual grado. Por eso, el nivel de activación que permite el paso a consciencia es relativo, y depende de las hipótesis activadas en cada momento y de la información más reciente que va llegando. Así, por ejemplo, las distintas técnicas de percepción subliminal consiguen que un estímulo más atendido, reciente, relevante o de mayor calidad, impida el paso a consciencia de otro que, de haberse presentado en solitario, habría accedido a consciencia sin problemas. No olvidemos, por tanto, que el estímulo subliminal ya ha sido analizado y organizado al más alto grado de abstracción, con el máximo nivel de unidad y sentido posible, y todo ello de forma jerárquica, donde el concepto “perro” tiene un mayor grado de activación que el de “gato” según la información que ha ido llegando por procesos abajo-arriba (entradas sensoriales). Las hipótesis activadas están basadas en posibilidades reales de objetos que comparten las características físicas procesadas a nivel sensorial, lo único que las vincula entre sí. Y sólo se activaría la red semántica en memoria del estímulo seleccionado para acceder a consciencia.
Por otro lado, la selección de la hipótesis definitiva que ha de pasar a consciencia implica también procesos arriba-abajo, inconscientes, como son la “reactivación” de la hipótesis (una vez que ha sido seleccionada se activa al 100% aunque no hayan llegado todos los datos necesarios) y, conscientes, como la influencia de las expectativas, intereses, etc…, lo que explicaría por qué nuestras percepciones pueden ser engañosas en algunas circunstancias.
2.- La información procesada sólo a nivel inconsciente puede ser utilizada aunque de una forma distinta a la que ha accedido a consciencia, entre otras cosas porque no podemos controlarla, ni “corregir” sus efectos, como sucede con la procesada a nivel consciente.
2.1.- Los estímulos subliminales pueden activar respuestas emocionales, con intensidades mayores si están relacionados con la patología del sujeto (fobias, víctimas de acoso sexual, etc.). Y, curiosamente, cuando “más se dificulta” metodológicamente que un estímulo pase a consciencia más claros aparecen estos efectos.
2.2.- Los estímulos subliminales afectan a la generación de juicios de preferencia/desagrado y de actitudes y prejuicios sociales.
2.3.- La información procesada a nivel inconsciente tiene correlatos psicofisiológicos distintos a la procesada de forma consciente.
2.4.- En distintas lesiones cerebrales o patologías neurológicas (agnosias visuales, prosopagnosia, cerebro dividido, visión ciega, etc) se observa que el paciente puede utilizar determinada información sin ser consciente de ello y sin poder acceder conscientemente a la misma en ningún caso. Estas personas han perdido la visión de parte de su campo visual, o la capacidad para reconocer los objetos aunque los vean. Aunque estas personas son incapaces de nombrar el objeto que se les presenta, pueden sin embargo realizar ciertas tareas con la precisión de una visión normal, o reaccionar incluso emocionalmente a dichos objetos. Y si se les pregunta el porqué de su comportamiento, dan explicaciones sin sentido, manejando atribuciones absurdas.
2.5.- Los efectos de la información inconscientemente procesada se manifiestan más claramente cuando la tarea permite a los sujetos adoptar una actitud pasiva, cuando la consciencia está “relajada” o distraída. Y los efectos son más difíciles de encontrar cuando el sujeto se encuentra en una actitud de alerta o tratando de forma explícita de resolver la situación con los datos que maneja conscientemente. Es decir, la información inconscientemente procesada se utiliza más fácilmente cuando nos dejamos llevar intuitivamente que cuando actuamos de forma estratégica y racional. Dicho de otra manera, lo que es procesado como “no relevante”, (es decir, lo subliminal por tener menos intensidad, duración etc…), es principalmente usado en situaciones de no-emergencia, en momentos de pasividad consciente. Y lo conscientemente procesado y marcado como “relevante”, lo que accede a consciencia, es lo que mayoritariamente utiliza ésta cuando trabaja activamente en resolver una situación, aunque no necesariamente le facilite la consecución de sus objetivos.