¿Podemos aprender inconscientemente?.


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En este caso serán las investigaciones en el campo de la memoria y el aprendizaje implícita/o o inconsciente los que guíen la respuesta.



Todos los contenidos que almacenamos en nuestra Memoria a Largo Plazo (MLP), que es inconsciente, están conectados unos con otros a través de una red de conexiones y relaciones basadas en múltiples criterios de clasificación y organización. De esta forma, cuando un dato es procesado supone la activación en la memoria de todos los aspectos relacionados con él según la experiencia previa del individuo, experiencia que constantemente altera estas conexiones, si bien en la mayoría de las ocasiones, como ocurre en general con el procesamiento inconsciente, estos cambios se producen lentamente. Nuestra memoria es el pilar de lo que somos, donde los contenidos de nuestra vida -ya sean experiencias vitales (Memoria Episódica), habilidades aprendidas (Memoria Procedimental) o conocimientos abstractos (Memoria Semántica)- están almacenados y son la estructura sobre la que se organiza nuestra respuesta al medio.

1.- La memoria como función psicológica no es sólo retener información, es un proceso mucho más complejo. Se asume que la custodia de la información, su organización y activación a lo largo de las distintas redes de conexiones, es un proceso inconsciente asociado al concepto de MLP. Pero lo que se entiende por memoria implícita son los procesos de entrada y salida de información, es decir, el almacenamiento de información sin intervención de la consciencia y el uso inconsciente de información almacenada conscientemente. Mientras que el aprendizaje implícito o inconsciente consiste en la adquisición de respuestas más o menos complejas sin consciencia de estarlo haciendo.

2.-. Lo que discute es, por tanto, si es posible y en qué circunstancias, almacenar y usar información o adquirir y emitir respuestas sin intervención de la consciencia.

3.- Nuevamente una actitud pasiva y relajada por parte de los sujetos facilita el uso y adquisición de información procesada a nivel inconsciente, tanto en tareas de memoria como de aprendizaje.

4.- Los pacientes amnésicos pueden adquirir habilidades motoras, perceptivas y cognitivas sin recordar haberlas aprendido o el contexto de su adquisición y pueden usar la información aprendida sin problemas, siempre y cuando no tengan que hacerlo intencionalmente.

5.- La adquisición de información y el aprendizaje son mucho más lentos a nivel inconsciente. Además, nunca se ha conseguido que a nivel inconsciente se establezcan asociaciones al primer ensayo, algo que a nivel consciente es relativamente fácil y frecuente. Por tanto, son necesarias muchas repeticiones para que un dato sea almacenado sin la intervención de la consciencia. Esto es lógico porque el sistema de procesamiento en paralelo necesita asegurar la regularidad de una cadena de sucesos para fijar sus conexiones como tal, ya que una vez que así lo haga le resulta mucho más difícil “rectificarlas” o cambiarlas.

Probablemente por esta razón los contenidos de la Memoria Procedimental y también en parte de la Memoria Semántica son utilizados mayoritariamente sin intervención de la consciencia. Hablamos de un conocimiento que en sí mismo se ha adquirido a través de muchas repeticiones y apariciones regulares, donde lo que queda es como la “abstracción” de dichos acontecimientos desligado ya de las particularidades de cada uno de los sucesos que sirvieron para configurarlo. Mientras que los contenidos de la Memoria Episódica son justo lo contrario, son los sucesos únicos, nuevos e irrepetibles que conforman nuestras vidas a diario y que contienen muchos y variados datos, pero que, al menos tal y como se presentan, sólo están relacionados por las coordenadas espacio-temporales en las coincidieron. De ahí que accedan a consciencia fácilmente y como un todo, para que sean las claves de análisis consciente las que extraigan la información relevante para cada ocasión de entre todas las facetas y matices que cada situación tiene.

6.- Los cambios en la modalidad sensorial (auditiva/visual) entre la fase de estudio y la de recuperación de la información, o el cambio del tipo de estímulo dentro de una misma modalidad (palabra/dibujo) afectan más a la recuperación inconsciente que a la consciente.

Probablemente sea así porque es crucial para la supervivencia que las reacciones afectivas asociadas a cada estímulo y controladas en gran parte, como veremos, por el inconsciente, no sean ajenas a la modalidad sensorial del estímulo ya que el rugido del león, su imagen real, una fotografía, la palabra escrita, etc., no requieren idéntica respuesta. Y en el proceso consciente ocurre lo contrario: primero se accede al concepto, la cima de una pirámide que organiza las señales del exterior que lo componen y significan y, gracias a esta organización, una vez que se ha accedido al concepto, están disponibles todas las modalidades sensoriales y físicas de éste para que sean activadas, mediante procesos arriba-abajo, según los objetivos que en cada momento se vaya planteando la consciencia para resolver la tarea.

7.- A la recuperación consciente le perjudica más el transcurrir de las horas y de los días que a la inconsciente, es decir, que cuando olvidamos algo la información no se ha perdido aunque no le recuperemos en el momento que nos “interesa”, ya que si es necesario podría activarse de forma automática aunque haya pasado mucho tiempo.

8.- Tanto a nivel consciente como inconsciente es más fácil encontrar la información que ha sido reciente y activamente utilizada ya que sus conexiones de acceso están fortalecidas. Con el tiempo, si la información no es utilizada las conexiones de acceso pierden fuerza y resulta mucho más difícil recuperarla. Este mecanismo es una forma más de priorizar la información con más probabilidad de ser relevante para la situación presente (que es a la que hay que responder), ya que la tarea a resolver es probable que esté relacionada con el contexto espacio-temporal y subjetivo en el que aparece, es decir, los contenidos recientemente procesados tanto a nivel perceptivo, como de ideas o emocional.

9.- Si bien hay suficientes datos en ambos casos que avalan tanto el aprendizaje de respuestas simples a través del condicionamiento clásico o instrumental como del aprendizaje de respuestas complejas, el consenso es mayor en cuanto a que la consciencia no es necesaria para en el primer tipo de aprendizajes. En el caso de las respuestas complejas, aparecen evidencias experimentales en el aprendizaje tanto de gramáticas artificiales como de secuencias de aparición de determinados estímulos o en el control de sistemas complejos. En todos los casos estas tareas están controladas por algoritmos más o menos complejos que el sujeto desconoce. Con el entrenamiento, el sujeto acaba mejorando significativamente su rendimiento en la tarea y apenas si puede dar cuenta de la regla que subyace a la misma. Y en ese “apenas si puede dar cuenta” es donde radica la polémica ya que eso que conoce conscientemente de la regla, aunque sea poco, podría justificar su aprendizaje, su mejora en el rendimiento y por tanto no se podría hablar de aprendizaje inconsciente.

A este respecto es interesante señalar que:

a) El aprendizaje de conductas complejas probablemente requiera de la combinación de los dos sistemas de procesamiento de información, el consciente y el inconsciente. Más aún, ni siquiera podemos afirmar algo así mientras metodológicamente no se garantice la intervención de un solo sistema, y en situaciones naturales ambos sistemas actúan a la vez irremediablemente, al igual que en el laboratorio ya que en este tipo de metodología es impensable trabajar con estímulos subliminales.

b) Desde el momento en que se trabaja con estímulos que son procesados conscientemente y cuyas respuestas también están bajo el control de la consciencia (son respuestas motoras), por muy pasivo que sea el papel que se le atribuya a ésta, no puede lógicamente garantizarse que el aprendizaje sería posible o, al menos, que sería exactamente igual sin su presencia a lo largo del proceso. Recordemos que la activación perceptiva de los estímulos a nivel inconsciente es mucho más generalizada y que, una vez que el elemento más activado pasa a consciencia, el resto de hipótesis son inhibidas. ¿Sería tan rápido el aprendizaje implícito de reglas si tuvieran que mantenerse activados todos los elementos semánticos relacionados con cada uno de los estímulos utilizados durante la realización de la tarea?. Además la irrupción cronológica de los estímulos en la consciencia fortalece aún más su relación secuencial y, por tanto, facilita la abstracción de reglas (qué antecede a qué y qué sigue a qué).

c) No hace falta un sistema consciente para aprender reglas o algoritmos complejos, como lo demuestran los modelos computacionales de redes conexionistas. Pero la cuestión no es si un sistema artificial sin consciencia puede aprender reglas complejas, el problema es si el ser humano podría hacerlo igual de rápido sin la intervención de la consciencia. De hecho, todos estos modelos computacionales no tienen que percibir y manejan directamente símbolos donde cada uno de los cuales se corresponde a un sólo input, sin necesidad de descartar hipótesis alternativas. Asimismo, la distribución de ponderaciones para construir la regla suele tener como uno de sus principales criterios la ordenación secuencialde todos los inputs. Es decir, que funcionan “como si” sus elementos ya hubieran pasado por la consciencia. Más aún, estas redes son “entrenadas” procesando en minutos la experiencia que un sujeto no adquiriría en toda una vida. Conectadas a bases con cientos de miles de datos, pueden permitirse el lujo de enfrentarse a una situación concreta ajustando y reajustando su respuesta miles de veces hasta que ésta alcanza un alto grado de eficacia. Pero, sobre todo, hay que tener en cuenta que la definición de lo que es una respuesta correcta y lo que no lo es, les fue dada por la consciencia del programador, porque dicha definición o la hace un sistema con consciencia que experimenta las cosas (aunque luego la consciencia no sea la única, ni la principal responsable de la elaboración de la respuesta necesaria para obtener el éxito) o, como le ocurre a los organismos sin consciencia como plantas, insectos y animales inferiores, se necesitarían varias generaciones de evolución para determinar qué es lo más ventajoso (a través de las alteraciones de su código genético y las consecuencias para su supervivencia).

d) Por tanto, este tipo de aprendizaje pone de manifiesto la interacción entre la consciencia y el inconsciente. Aunque la regla se aprenda inconscientemente, se hace de una forma mucho más rápida gracias a la intervención de las experiencias conscientes. Además, el sujeto tiene elementos suficientes, como son los estímulos percibidos, sus respuestas y los resultados de las mismas, para acceder a parte de la información. Esto lo hará siempre que pueda o sea necesario, es decir, cuando la regla sea sencilla, lleve ya mucho tiempo de práctica o cuando se le pregunte al respecto ya que a este conocimiento se puede acceder a través de un proceso deductivo e intencional de análisis de la propia conducta. Pero, además, este conocimiento pudiera serle enviado directamente por el inconsciente a través de lo que conocemos como intuición y que no es más que un mensaje afectivo simple, que apenas contiene información conceptual. A fin de cuentas, ante una situación nueva el inconsciente está acostumbrado a interaccionar y comunicarse con la consciencia y, como ya hemos anunciado con anterioridad, las reacciones afectivas son un canal privilegiado de esta comunicación.

e) La adquisición de la lengua materna, de sus reglas gramaticales, se realizaría de este modo. El niño interaccionaría conscientemente con el entorno recibiendo mensajes que son cruciales para que su inconsciente pueda adquirir, elaborar y corregir las destrezas requeridas para el uso de dicha lengua (pronunciación, gramática etc…). El niño es ajeno a todos los procesos necesarios para desarrollar este aprendizaje, de hecho maneja más reglas y conocimiento del que conoce. Existen otros aprendizajes de este tipo. Todos hemos aprendido a percibir tridimensionalmente o a atribuir color a los objetos, y lo hacemos a diario manejando las reglas computacionales que nos permiten no golpearnos con las paredes y percibir constantes los colores, aunque ninguno somos capaces de explicar cómo lo hacemos. Aunque el aprendizaje de estas reglas está programado biológicamente, esto no impide que las estructuras que lo posibilitan pudieran utilizarse en la adquisición de otro tipo de reglas, no hacerlo así sería un despilfarro absurdo.


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