Desarrollo de Automatismos y Hábitos


Una serie de estrategias que tenemos para lograr el bienestar emocional  son aquellas basadas en guiar nuestra mente a través de actividades físicas y configuraciones de nuestro entorno, estas técnicas la reprograman de tal forma que funcionará con más armonía, enfoque y claridad.

El principio neurosicológico es bastante simple: si la mente percibe que en nuestro ambiente existe: estabilidad, tranquilidad, orden, certidumbre, cadencia y balance, entonces se producirán cambios positivos en el comportamiento y forma de ver la vida. Seremos más productivos y sanos, estaremos en paz con nosotros y con quienes nos rodean.

Veamos cuatro opciónes que han demostrado científicamente ser eficaces para aumentar nuestro potencial y bienestar emocional:


Yoga y Tai-Chi. Primordialmente  operan a través del sistema nervioso central. Una de las formas más importantes en que lo hacen es a través de estar en el presente, momento a momento. Mantener la atención repercute físiológicamente en el lóbulo frontal de la corteza cerebral, que es la parte del cerebro que organiza al resto del sistema nervioso central. Ambas disciplinas retroalimentan a la consciencia, le dan el mensaje de que el mundo es un lugar balanceado y armónico, lo que genera importantes cambios neuroplásticos que mejoran el bienestar. Es muy recomendable que al momento de realizar estas prácticas se busque apaciguar, a través de la respiración, aquellas áreas del cerebro que desarrollan pensamientos en forma de palabras o frases ya que interfieren en el proceso. Es por ello que durante estás prácticas el entrenador debe de dar instrucciones simples acompañadas de largas pausas.

Los ojos de dios de los huicholes. El elaborar estas artesanías con nuestras manos utilizando elementos básicos genera importantes beneficios terapeúticos, muy similares a los producidos por los mandalas de arena tibetanos. Al realizar movimientos rítmicos y precisos con nuestros propios medios, de alguna manera reformateamos nuestro cerebro, propiciamos que tenga una mayor concentración y enfoque, inconscientemente lo hacemos ver que estamos esforzándonos por generar un orden y progreso en nuestras vidas. Sin considerar que al terminar estos objetos nuestro esfuerzo se verá recompensado con unos bellos elementos decorativos.

Feng Shui. Es la armonización de nuestro entorno. Es un sistema filosófico oriental que estudia desde tiempos muy antiguos el flujo de energía para lograr una ocupación consciente del espacio. Si bien en principio parece contar con un importante componente espiritual, en la práctica podemos quedarnos sólo con los principios fundamentales y aún así obtener importantes beneficios terapéuticos.  Su objetivo es generar una influencia energética positiva y armónica para que quienes habitan esos espacios se sientan satisfechos y tengan una mejor calidad de vida.

Literalmente significa “viento y agua”, ya que en sus comienzos se trataba de una forma de conocimiento que estudiaba los cambios de la naturaleza, como los vinculados con el clima y los astros.

Para la cultura china, todo lo que forma parte del mundo físico está dotado de una "energía vital" llamada ki.

Su flujo se modifica según la disposición del espacio y la orientación de los objetos, y su objetivo principal es generar energía positiva en nuestra vida.

Lo importante para el Feng Shui es armonizar los elementos del hogar y de los espacios de forma tal de permitir que el ki fluya libremente, y se acumule ki bueno, en lugar de malo.

Para lograr esto, el Feng Shui utiliza diferentes elementos que, si sabes cómo aprovechar, pueden cambiar completamente la energía de tu hogar. Estos elementos son:

1. LA LUZ.

Es la generadora natural de energía, y la más potente. Por eso, el primer punto vital si quieres que tu hogar o espacio esté lleno de buena energía es permitir la entrada de luz del sol.

Para los momentos en los que quieras o necesites iluminar artificialmente, lo mejor es utilizar velas de colores cálidos y vivos, como el naranja y el amarillo.

Ante todo, es fundamental evitar los espacios oscuros y encerrados, porque en ellos no fluye correctamente la energía.

2. LOS COLORES.

En el Feng Shui  se relacionan con los cinco elementos de la naturaleza. Estos son indispensables en la cosmogonía china para hacer fluir la energía.

Por eso, saber utilizarlos correctamente es vital para que el ki fluya libremente por tus espacios.

El azul es un color que simboliza la paz, la pulcritud y que se relaciona directamente con el elemento agua. Favorece el descanso, también la introspección, el pensamiento y la tranquilidad interior. Por eso, es un color ideal para implementar en dormitorios.

El rojo dentro del Feng Shui se relaciona con el elemento fuego. Simboliza la pasión, también con la alegría y la diversión. El rojo y otros colores que se relacionan con el fuego (como el púrpura y el naranja) son perfectos para el salón de estar, o una sala de juegos.

No son colores recomendados para personas que tienen problemas de estrés o ansiedad, porque intensifican esos sentimientos.

En cambio, quienes tiendan a tener estados de ánimo depresivos, deberían aprovechar estos colores. Incluso, pueden poner algunos detalles en rojo dentro de la habitación.

Marrón: tierra.

Los tonos naturales como la madera o el beige se vinculan con el elemento tierra. Este elemento simboliza el equilibrio y la seguridad. También dan sensación de confort y comodidad.

Los colores en esta gama son perfectos para espacios donde compartir un momento de relajación y sentirse cómodo. Si se lo complementa con una luz cálida, mucho mejor.

El blanco es un color que se relaciona directamente con el metal, igual que los colores dorado, plateado y gris. El metal se relaciona con la fuerza, la resistencia y también la individualidad.

Verde: madera
El color verde y sus derivados se relaciona con el elemento madera, y este a su vez con la naturaleza y la abundancia. Además, tiene como virtud especial propiciar la vitalidad, la tranquilidad y descansar la vista.

El verde y sus tonalidades son ideales para un dormitorio, un living, un baño o la pieza de los niños.

3. ADORNOS.

Los adornos que elijas deben ser alegres y no transmitir ningún sentimiento negativo. Evita coleccionar antigüedades, ya que arrastran el historial energético las personas que los han poseído y de los lugares en los que han estado.


4. PASILLOS.
Los pasillos de tu hogar deben ser fáciles de transitar y libres de obstáculos importantes para que la energía fluya libremente.

5. ORDEN.
El desorden nunca es bueno para el hogar. Además de hacer que tu casa se vea descuidada, también impide el libre flujo de energía. El Feng Shui es claro con esto: una casa ordenada es una casa con buena energía.


6. PLANTAS.

Equilibran los cinco elementos
Dentro de la filosofía china, de donde se desprende el Feng Shui, también se consideran de vital importancia los cinco elementos que mueven el mundo: madera, fuego, tierra, metal, agua. Se entiende que esos cinco elementos forman parte del proceso de la naturaleza, y se vinculan con las estaciones o todos los ciclos naturales.

Las plantas pertenecen al elemento madera, y son una buena forma de equilibrar los elementos de manera armónica.

Según el Feng Shui, ubicar plantas dentro del hogar puede ayudarte a aumentar tu concentración y mejorar tu aprendizaje. Para este fin, el bambú es la planta más recomendada.


7. SONIDOS.
La música, especialmente la instrumental y los mantras, te permitirán llenar tu hogar de energía positiva y armónica. Podrás encontrar sonidos de cuencos tibetanos en la sección Temas Relacionados de esta aplicación, te invitamos a que los utilices.  Uno de los consejos del Feng Shui es agregar móviles de cuarzo, caña o metal que produzcan un sonido agradable con el paso del aire.


8. PUERTAS Y VENTANAS.


Las ventanas ayudan a el flujo de energía, siempre y cuando estén limpias y dejen entrar la luz. El único problema es que a veces el chi puede “escaparse” por ellas. Para evitarlo, coloca cortinas en tus ventanas.

9. PISOS.

Si pretendes que la energía se mueva libremente por la casa, lo ideal es que el piso sea uniforme.

10. OBJETOS QUE NO DEBERÍAS TENER.
Más allá de todo lo dicho,  que debes eliminar de tu casa definitivamente si pretendes que el chi fluya con libertad.


Objetos rotos.

Botellas vacías.

Relojes parados.

Cuadros tristes o violentos.

Y Objetos duplicados.

Para el Feng Shui el dormitorio es la habitación más importante de la casa. El motivo de que esto sea así es que durante el sueño somos particularmente vulnerables a la energía que nos rodea. Por eso, debemos preocuparnos porque esa energía sea la mejor.


Iluminación.
Lo ideal para la habitación es que la iluminación sea tenue y no demasiado estridente. Esto, lógicamente, favorece el descanso pero también el flujo de energía Ying ideal para descansar.

Puedes combinar la luz de una lámpara de noche con velas (si son aromatizadas con alguna fragancia que fomente el sueño, mucho mejor).


Espejos.
Tener muchos espejos en la habitación no es una buena idea de acuerdo al Feng Shui. Pero si tienes uno o dos, debes asegurarte de que estos no reflejen la cama. Si lo hacen, pueden generar un efecto inquietante y perturbar el descanso.


Usa plantas.
Las plantas ayuden a combatir el estrés, depresión y proporciona una relajación a sus ocupantes además de aportar energía positiva a la vivienda. El cuarto no es la excepción, por lo cual está muy bien que haya plantas en esa zona de la casa.



Como verás existen formas alternativas de encontrar bienestar emocional,  opciones interesantes y prácticas para  desarrollar todo el potencial de nuestra mente y así encontrar paz y armonía en nuestras vidas.






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