La gratitud.

La gratitud.

La vida tiene sus subidas y bajadas, sin embargo algo que nunca cambia, es el hecho de que todos tenemos muchas cosas por las cuales sentirnos agradecidos.

Es fácil ser agradecido cuando no se requiere de un gran esfuerzo para decir cosas como: «Por favor» o simplemente «Gracias». Es fácil ser agradecido cuando todo va bien, cuando las cosas funcionan de la manera que uno lo espera.

Pero, ¿Qué pasa cuando la vida no es exactamente lo que uno querría que fuera?




Todos hemos estado allí. La mente empieza a cuestionarse lo que está mal, lo que falta, aquello con lo que es difícil de lidiar, todos esos obstáculos y dificultades ante nuestras metas. De alguna manera u otra es natural, pero cuando se convierte en un hábito, la compasión es una mejor opción.

La verdad es que se necesita mucho coraje para apreciar lo que ya se tiene (sin importar qué tan pequeño o insignificante parezca) que rendirse ante el modelo de escasez y permitirnos a nosotros mismos evitar tomar acción sólo porque las cosas no se encuentran a la perfección.

Nuestros egos nos dirán que si pasamos mucho tiempo agradeciendo lo que ya tenemos, entonces dejaremos de intentar tener más, y llegaremos a estar conformes en vez de felices.

De alguna manera, apreciar lo que tenemos, parecería negativo en el sentido de que si no lo apreciamos ahora, es porque queremos algo mejor (ya sea objetos, aspectos de la personalidad, rasgos de carácter, personas que nos rodean o incluso experiencias).

Apreciar lo que tenemos actualmente no tiene nada que ver con «conformarnos». Sólo porque tengas un automóvil económico, y agradezcas el hecho de que tengas un medio eficaz de transporte, no significa que en 3 años no quieras un Ferrari (y que no puedas tenerlo).

No es difícil ser agradecido cuando al menos tienes 4 ruedas en las cuales dirigirte a donde necesitas. Existen cantidades de personas en el mundo que ni siquiera tienen eso, con consecuencias que ni podríamos imaginar.

La mente basada en la escasez, siempre tendrá hambre de más, como una ardilla almacenando nueces para el invierno. El modelo de escasez, por lo regular se enfoca en desvalorar todo lo que ya tenemos, y en pasar por alto los beneficios con los que hoy podemos gozar.

Con base en ello, se hace necesario recordarnos día a día lo que está bien, y no lo que está mal.

Entonces, será más difícil que olvidemos mostrarnos agradecidos con las personas que están más cerca de nosotros, familia, amigos, seres amados, colaboradores, colegas, profesores, personas que nos atienden en un negocio, y en general toda la gente que diariamente hace nuestra vida más fácil y enriquece nuestra comunidad con valor.

Y cómo olvidarnos de agradecer al mundo y al universo por todas las bondades que afortunadamente nos brindan día a día (el calor del sol, la grandeza de los mares, la fertilidad de los suelos y la frescura de los vientos).

La gratitud también aplica al Desarrollo Personal y a las Finanzas. Para vivir una vida de abundancia, debemos ser agradecidos adecuadamente por todo aquello que ya tenemos, incluso si pensamos que no es mucho…

… ¿Por qué? Porque si ni siquiera eres capaz de apreciar lo que ya tienes, entonces significa que no estás mentalmente dispuesto a tener más. Supongamos que llevas en una bolsa 10 panes, y te encuentras con una persona necesitada. Esa persona te pide que le des un pan, y aceptas. Pero no vez siquiera una señal de agradecimiento o aprecio por tu buena acción.

Ni siquiera parece que le hubiera sentado bien el recibir ese pan… La pregunta es, ¿Le darías más pan? Por supuesto que no.

Así que, ¿Por qué tendría la vida que darte más de lo que tienes pero no agradeces? La respuesta es: No tendría que hacerlo. Y de hecho, no lo hará.

A menos que estés preparado para más, y que sepas apreciar el valor de las cosas que ya tienes, tu vida seguirá exactamente igual, o peor.

Para entender porqué es tan poderoso desarrollar una actitud de gratitud en nuestra vida cotidiana conozcamos algo acerca de una parte del cerebro denominada Sistema de Activación Reticular. Este sistema se encuentra localizado en la base del cerebro donde se conecta con la médula espinal, es una especie de radar que detecta personas, lugares y circunstancias que nos podrían ser de utilidad para el logro de nuestros objetivos. También sirve de filtro para desechar toda esa información de nuestro entorno que considera irrelevante. Lo podríamos ver como una especie de portero. Sin embargo no se manda solo, su actuar es dirigido por la mente que establece las bases sobre las cuales trabajar. Al agradecer con frecuencia todas las circunstancias positivas, por pequeñas que sean, mandamos una señal al sistema de activación reticular para que se enfoque en personas, oportunidades y lugares que nos puedan generar resultados positivos y nos pongan en una mejor posición ante la vida, algunos le llamarían a esto suerte. Por tanto la gratitud se convierte no sólo en algo con referencia al pasado sino también en una herramienta que ve al futuro, preparando el camino para que mejores cosas sucedan. Es importante hacer diariamente una lista de todas las cosas por las que agradecer y releerla con frecuencia. También escucha tu lenguaje, evita las quejas y resentimientos. Da gracias verbalmente a todos aquellos que hacen algo por ti cotidianamente y no olvides ayudar a los demás dentro de tus posibilidades. También sería bueno que establecieras en tu entorno imágenes y símbolos que representen todo aquello por lo cual estar agradecido.

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